Los EPIS se definen como cualquier Equipo de Protección
Individual destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador durante su
jornada laboral para evitar uno o varios riesgos que amenacen a su seguridad.
Por consiguiente una elección acertada de dichos EPIS
supondrá una prevención más que fundamental en la salud e integridad del
trabajador. Sin embargo, la elección debe realizarse siguiendo unos criterios
razonables para conseguir los efectos deseados.
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Los EPIS, normalmente, son utilizados para un uso
personal y no deben suponer un riesgo de por sí al propio trabajador.
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Cada puesto de trabajo requiere unas protecciones
diferentes. Existe una EPI para cada funcionalidad. Elige acuradamente.
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Se debe tener en cuenta la funcionalidad del
trabajador, es decir, debe cumplir unas exigencias ergonómicas para que no
impidan su función principal.
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Importante analizar las condiciones en las que un
equipo de protección individual deba utilizarse.
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Estudiar el tiempo de utilización medio durante el cual
haya de llevarse (según la gravedad del riesgo y las prestaciones de cada EPI
en particular).
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En caso de ser necesaria una protección múltiple: se
deberán elegir los EPIS que permitan actuar simultáneamente, sin perder
eficiencia ni compatibilidad.
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Averiguar y resolver si la utilización de dicho equipo
produce externalidades negativas al resto de usuarios.
Por último, mencionar que es obligación del empresario la de
satisfacer todos y cada uno de los equipos de protección individual (EPI) al
trabajador.
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